Amanece, que no es poco

Desde el municipio de Punta Umbría, en Huelva, se podía ver un bonito amanecer con la marisma de por medio y miles de aves despertando de una tranquila noche. Pero eso fue en el siglo pasado. Tiempos olvidados en los que la mano del hombre todavía no era tan hábil con el dominio del paisaje. Ahora el horizonte se encuentra plantado de unos árboles artificiales afortunadamente desprovistos de ramas, que en vez de purificar el ambiente, lo inundan de partículas nocivas para los seres vivos. Se conoce como "El Polo Químico de Huelva", el lugar donde el cáncer campa a sus anchas en busca de víctimas sin hacer discriminaciones.

Nótese la ondulada nube de contaminación que el viento arrastra, en este caso mar adentro, otras veces sobre los municipios colindantes.

Todo el mundo lo sabe, pero no pasa nada...