Habitantes fantásticos del bosque

Explorando nuevos escenarios por los bosques del norte, un día me encontré con esta criatura. Creo que nunca antes se había encarado con un humano y por eso gesticuló de tan particular manera. Aproveché raudo ese momento para hacer algunas fotografías. Su cuerpo era alargado, mediría algo más de dos metros de altura, no me atrevería a vaticinar su edad, quizás fuera varias veces centenaria, tenía aspecto de mujer pero carecía de extremidades, lo encontré erguido detrás de un árbol. Una aparición que me hizo estremecer.

Descendiente de Jörmungandr

Tras ese primer encontronazo, no pude por menos que preguntarle por el unicornio. Os recuerdo que continúo con mi búsqueda perpetua de este fantástico animal. Ya he encontrado otros seres fantásticos en este mundo (un dragón y un posible antepasado del Elasmotherium sibiricum), pero todavía no me ha llegado el momento de toparme con el mítico unicornio. Pues como decía, le pregunté por si en su dilatada vida había conocido a algún unicornio y qué creéis que me contestó? Pues ni que sí, ni que no... supo darme largas de una manera muy sutil y no quise indagar más por ahí. Tenía una voz siseante y envolvente que me hacía poner nervioso. No quiso hablarme tampoco claramente de su vida en esos viejos bosques donde la encontré.

Yo creo que pudiera ser una descendiente de Jörmungandr o serpiente de Midgard. Me volvió a dar otro escalofrío cuando ese pensamiento atravesó mi mente a la vez que notaba cómo me analizaba con la mirada de sus lúgrubes ojos sin párpados. Sin más dilación di por concluído el encuentro y salí pitando de allí. Notaba cómo me seguía observando en la distancia hasta que conseguí salir de aquel enmarañado bosque que parecía encantado por algún conjuro.

No he querido volver por allí a pesar de su exhuberante naturaleza y de esto hace ya algunas semanas que comienzan a convertirse sin remedio en meses.