ADVERTENCIA: Para poder apreciar correctamente la calidad de las imágenes y los textos, se ha de poseer de manera innata una pizca de sensibilidad hacia la naturaleza. De otra forma el visionado de imagenes y la lectura podría resultar dañina para la vista, llegando incluso a producir efectos negativos irreversibles en el nervio óptico (se conocen casos de gente que no estaba preparada).
Sé valiente e inténtalo.
Cuando nos veamos, te miraré a los ojos y sabré así si tu vista ha sido capaz de aguantar tanta belleza.
Adelante, pónte cómodo y pasea por mi blog.
Espero que sepas disfrutarlo.
Si pinchas sobre la foto accederás a un nuevo mundo.
Algunas tienen sorpresa, otras no. Cada día serán más las pertenecientes a este mundo paralelo.
Jag ber om ursäkt för min dåliga svenska.
Jag kommer att förbättras successivt.
Bicho comiendo bicho.
Casi se puede escuchar el masticar de esta mantis.
Un extracto de un pequeño diálogo de una fábula:
-Mamá qué tenemos hoy para comer?
-Mamá, mamaaá... MAMÁ!
Pero su madre no contestaba porque ya no tenía cabeza...
Me estoy dando miedo yo mismo. Ya no escribo más.
Este verano pude hacer unas muy parecidas, creo que las subi al blog en la etiqueta de macros, no recuerdo. Pero ahora al ver las tuyas he revivido aquellos momentos acelerados en los que asistí, como tu, al espectaculo -sobrecogedor- de ver a esa maquina de devorar.
ResponderEliminarImpresionante.
Un abrazo,
Esta,con tu permiso,se la dedicamos a mi socio de blog que está Aprendiendo...bajo seudónimo.
ResponderEliminarOK?
Impresionante. Vaya momentazo que has captado. Saludos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarDesde el principio pensé en lo que le gustará esta foto a Danimantis de Aprendiendo.
ResponderEliminarMuy buenas también tus fotos de mantis Jorreto. Me alegra saber que os gustan a ti y a Japy.
Este año asistí a la contemplación de técnicas de caza de una mantis en mi casa, la cual se acercaba con mucha cautela hacia el posadero preferido de una libélula para darle caza, después de varios minutos de acecho, una ráfaga de viento auyentó a la libélula. Era curioso observar cómo aprovechaba -la mantis- pequeños movimientos de la rama del arbusto donde estaba la libélula para avanzar sin ser descubierta. Pocos días más tarde la vi comiéndose una libélula en otra parte del patio (ya sólo le quedaban las alas), en esas fechas abundaban las libélulas. Y de regalo me dejó varias ootecas repartidas por todo el jardín de las que nacerán cientos de mantis esta primavera, las cuido con mimo para que eso llegue a ocurrir.
¡Vaya momento has captado! Me gustan las mantis desde siempre. ¡Tienen pinta de robot alienígena! Una pasada de insecto. Un día descubrí la más grande que he visto en toda mi vida, pero en plena ciudad. Enorme, vaya ejemplar. Era de grande y larga como el dedo corazón de la mano. No veas qué sufrimiento para que no la descubriese nadie y se la cargase. Menos mal que al fin voló hasta un tejado cercano.
ResponderEliminarEnhorabuena por las fotos y bonita historia...;)
La primera foto me ha dejado sin palabras, me gusta mucho mucho mucho!
ResponderEliminarNice shots, the first one looks very arty :)
ResponderEliminarHe devorado tu historia hasta el final.
ResponderEliminarSaludos, ARS.
Me gusta más la segunda, la primera foto tiene demasiada falta de definición, pero la primera es espectacular, buen momento captado.
ResponderEliminarDesde luego estos bichitos dan un poco de miedo.
Un abrazo
Creo que inquietante es lo que define a una mantis en el momento de comer.
ResponderEliminarVaya con la mantis del cuento, primero se comió al marido y ahora al hijo. ¿quien dijo lo de viuda negra? Las peligrosas son las verdes.
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminarIncreíble
ResponderEliminar... creo que deberías haber continuado la historia ahora me quedaré todo el rato pensado un final...
ResponderEliminarSaludos.