ADVERTENCIA: Para poder apreciar correctamente la calidad de las imágenes y los textos, se ha de poseer de manera innata una pizca de sensibilidad hacia la naturaleza. De otra forma el visionado de imagenes y la lectura podría resultar dañina para la vista, llegando incluso a producir efectos negativos irreversibles en el nervio óptico (se conocen casos de gente que no estaba preparada).


Sé valiente e inténtalo.


Cuando nos veamos, te miraré a los ojos y sabré así si tu vista ha sido capaz de aguantar tanta belleza.

Adelante, pónte cómodo y pasea por mi blog.

Espero que sepas disfrutarlo.
Si pinchas sobre la foto accederás a un nuevo mundo.
Algunas tienen sorpresa, otras no. Cada día serán más las pertenecientes a este mundo paralelo.
Jag ber om ursäkt för min dåliga svenska.
Jag kommer att förbättras successivt.

Un ratito de sábado

El sábado pasado antes del amanecer ya estaba en el montecito cercano a mi casa y en el que tengo puestas muchas espectativas por lo bien conservado que se encuentra en comparación con el resto de zonas colindantes.

Ya de camino, varios mochuelos salieron volando al paso tranquilo de mi coche que avanzaba por los polvorientos caminos mientras el canto nocturno de los ruiseñores ponían la nota musical. Al aparcar el coche debajo de un acebuche ya en el monte, me pareció ver salir volando a un chotacabras, los cucos estaban como locos cantando varios a la vez y desplazándose en vuelo de un lugar a otro mientras emitían su conocido reclamo con el que todo el mundo está tan familiarizado. Pero no eran los únicos sonidos del despertar del día, numerosos mochuelos y un solitario cárabo, acompañaban a los omnipresentes ruiseñores.

La mañana era fresca, acompañaba muy bien una manga larga en esos momentos en los que el sol estaba despertando.
Comencé a andar por un sendero hacia un bebedero artificial que conocía, creado por cazadores seguramente, con la intención de observar a las aves acercarse a beber en los primeros instantes de la mañana. Me senté a unos 6 metros de distancia de la pequeña lámina de agua tapado con redes de camuflaje y aguantando pétreamente la pose durante casi una hora para que las avecillas que allí acudieran no se asustaran y pudieran acercarse y dar ese primer traguito de la mañana. Allí llegaron durante ese corto espacio de tiempo, varios jilgueros, mirlos comunes y verdecillos, algunos de los cuales se pusieron a cantar desenfrenadamente muy cerca de donde me encontraba antes de bajar a aclararse la voz. También pasaron volando un par de milanos negros que parece que quieren iniciar la cría por esa zona.

Continué andando por el monte, por entonces el astro rey ya había otorgado sombras todo lo que tuviese verticalidad.
El paseo era agradable, los gladiolos habían florecido y las primeras luces de la mañana me incitaban a buscarles la mejor cara (o perfil) para que quedasen retratados por mi cámara de fotos lo mejor posible.



No quiso colaborar del mismo modo una borraja en flor que me dio la espalda y tuve que hacer la foto a contraluz, pero creo que no quedó mal tampoco.

Borraja

Entre tanto las currucas caecinegras hacían que mi vista se distrajera detrás de ellas cuando cambiaban de posadero. Busqué orquídeas sin éxito, aunque no es mala zona y las fechas en las que estamos son las propicias para verlas en flor.
La zona más fresca del bosque es recorrida por un arroyo de pequeña entidad al que acude a beber algún que otro tejón, por lo que puede deducirse por sus huellas. Y en algún remanso de las aguas del curso fluvial aparecían grupos de escarabajos acuáticos, que cuando notaban algún cambio en las sombras de la zona donde ellos se encontraban, se ponían a patinar sobre la superficie del agua frenéticamente.
Los conejos forman una buena comunidad en este lugar y son muy importantes para la dieta de numerosos animales, sobretodo rapaces y algunos mamíferos.
Los insectos comienzan a moverse y algunas mariposas se solean donde pueden para comenzar el día llenas de energía.





Las abejas comienzan a realizar sus desplazamientos diarios en busca de flores y los caracoles que subieron a lo alto de plantas herbáceas para pasar la noche comienzan también a desperezarse.



Continúo entreteniéndome con las flores de algunas plantas bulbosas que acariciadas por la suave luz de la mañana ofrecen unos bonitos encuadres.




Llama mi atención unos parches de pequeñas flores blancas que salpican acá y allá el terreno donde tomillos, romeros, jaras, cantuesos y el resto de cohorte de bosque mediterráneo no ha inundado el arenoso sustrato con sus raíces. Con ellas paso un buen rato jugando con encuadres, fondos, luces, velocidad de obturación, profundidad de campo y exposición (así es como se aprende en este mundo fotográfico).





Corro como un chiquillo detrás de mariposas que revolotean de un lado para otro ante mi presencia. Varias mariposas arlequín se han dado cita en el lugar en el que me encontraba y cámara en mano me dispongo a dejar constancia del complicado dibujo de sus alas.



Y algunas pequeñas mariposas de alas azules parecen buscar el rocío de la tierra húmeda del camino, también a ellas les dedico su tiempo.



Entre lepidóptero y lepidóptero, tirado a la larga en el suelo observo en una pequeña flor amarilla un par de dípteros dedicados a las tareas reproductivas a la vez que se alimentaban succionando lo que podían de la hermosa flor.




Pues nada, ya que me encontraba a su altura y parecía que aguantaban bien mi presencia sin inmutarse, decido hacerles unas fotos con el objetivo invertido que es la manera que tengo de obtener mayor aumento para fotografiar cualquier cosa.




Aprovecho ya que tengo el objetivo del revés, para retratar a alguna mariposa que se mostraba colaboradora.





A esas alturas de la mañana el sol ya calentaba y la manga larga había dado paso a la manga corta y las luces ya eran más duras, justo lo que más gusta a los reptiles. A mi paso, las numerosas lagartijas corrían a tanta velocidad a esconderse entre las matas de coscoja que sólamente me daba tiempo a ver el último trozo de cola. Pero con un macho de lagartija colilarga tuve la paciencia de esperar a que volviera a salir a campear por la zona soleada.



El cromatismo del ejemplar era magnífico con una cabeza totalmente roja-anaranjada y unos bonitos oceleos azules metalizados sobre fondo verde.



Al principio salía tídamente entre las ramas de las zarzas y otras plantas arbustivas, pero fue cogiendo confianza y al final acabó cazando hormigas a escasos centímetros de donde yo estaba sentado.
Allí la dejé y me fui poco a poco acercando a donde había dejado el coche. Por el camino tuve que parar ya buscando la sombra, para hacer algunas fotografias de las flores de las jaras. Había un buena floración de Cistus salvifolius con pétalos inmaculados y visitados por numerosos insectos.



En una de ellas encontré a una pequeña araña cangrejo que lejos de amedrentarse del disfraz de avispa que tenía el insecto volador, acababa de capturar a este díptero.



Nuevamente tirado en el suelo para hacer la foto, cuando sobre mi cabeza veo un trío de águilas calzadas haciendo vuelos de cortejo, hacían picados y se agarraban de las garras en pleno vuelo mientras piaban como advirtiendo a todo ser viviente del bosque que ellas eran las reinas del aire.



Pasaban tan cerca de mi que podía oír cómo el aire rozaba con las plumas de sus alas, pero de eso no hay fotos porque me pillo con el teleobjetivo desmontado y decidí observar el espectáculo tranquilamente sentado a la sombra en el borde del camino. Un ratonero común se acercó y sintió envidia de las águilas y se puso también a hacer picados, pero pronto desapareció de la escena. Fue un buen colofón para la media mañana que pasé en ese pequeño monte.

11 comentarios:

  1. Muchas gracias José por pasarte por aqui.

    Sé bienvenido a mi humilde blog.

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  2. Que buena mañana pasarías, me alegro, las tomas son muy bonitas.
    En especial me gusta la araña "cazando" sobre la c. salvifolius.
    Saludos!.

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  3. Pues si que te cundió el ratito de sabado!, si, todas ellas espectaculares, me gustan todas, si tuviera que quedarme con una lo haría con la de la borraja en flor! un contraluz increíble, esa luz atravesando la flor y posándose sobre el resto de la planta es una verdadera pasada! maravillosa de verdad!

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  4. Un magnífico paseo. Rodeado de ese montón de criaturas es difícil encontrarse solo.

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  5. Hola Goyo, pues que bien tener este bosquecito cerca de casa no?, buena mañana que pasastes, me gusta en especial la de la lagartija colilarga, nunca la había visto con esos colores preciosa... Pues muchacho ya nos vemos a ver si oranizamos alguna cosilla, un abrazooo...

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  6. Hola Goyo:
    Pedazo de entrada, fue un día muy productivo, en el que le diste a todos los palos, flores, insectos, aves..... las fotos muy guapas, la de la araña me ha gustado mucho, que pedazo momento captado.
    En abrazo.

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  7. Cada vez que encuentro un texto así, tan descriptivo de la felicidad -muchísima- que se experimenta en un paseo, tengo dos sentimientos:
    -Uno, el de no estar solo.
    -Otro, el de estar solo.

    Son muchas las emociones que en mi han despertado texto e imágenes, Goyo. Tantas que necesitaría más de una mañana para agradecer esta entrada.

    Gracias.

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  8. Cada vez que encuentro un texto así, tan descriptivo de la felicidad -muchísima- que se experimenta en un paseo, tengo dos sentimientos:
    -Uno, el de no estar solo.
    -Otro, el de estar solo.

    Son muchas las emociones que en mi han despertado texto e imágenes, Goyo. Tantas que necesitaría más de una mañana para agradecer esta entrada.

    Gracias.

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  9. Me alegra mucho saber que os ha gustado la entrada. Espero poner alguna más de este tipo que resuma un poco una salida de campo bien saboreada.

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  10. Tus flores blancas son diseños perfectos para joyeros. Descubres la belleza en la sencillez.

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